El otro día me invitaron
a navegar por aguas del Mediterráneo. Me apunté por la compañía y por el placer
de pasar una tarde surcando los mares charlando o tumbada escuchando las olas o
el movimiento del palo de la vela mayor (que cursi ha quedado). Invité a mi
amiga A pues a ella también le apetecía el mismo plan.
Cuando llegamos a puerto
nos encontramos una ingrata sorpresa, no eramos cuatro los que salíamos a
navegar sino diez, los añadidos eran cinco mujeres y un hombre. Las pintas de
ellas nos hicieron a A y a mi intercambiar miradas de “Oh Dios Mio”. La primera
reacción fue salir corriendo hasta la carretera, hacer autostop y subir al
primer camión que parara y nos llevara a casa, mucho mejor opción que quedarnos
con esa fauna. Al final nos embarcamos diciendonos a nosotras mismas que seguro
nos divertiríamos.
La fauna consistía en una
nicaragüense a la que le tuve que decir en varias ocasiones que no estábamos
sordos y que si la intención era que la oyeran en el náutico lo estaba
consiguiendo. El modelito de esta era un minibikini que ella se lo hacia cada
vez más mini con una camiseta de encaje, si no recuerdo mal, cuyo escote le
llegaba al ombligo … muy propia. Las únicas palabras que intercambié con ella
fueron que quería un novio educado, con cultura y que supiera comportarse …
justo lo contrario a ella.
La rusa no tiene
desperdicio y eso que llevaba un bañador muy bonito con el que no paró de posar
en toda la travesía. Yo diría que en otra vida fue contorsionista ¡¡que
posturas!! Culo fuera, barbilla baja una mano arriba la otra detrás, un pie
adelante el otro en movimiento. Con 250 fotos suyas en su cámara reflex tamaño
XL, todavía al final de la tarde la vimos hacerse fotos de sus manos. ¡Estan
locos estos rusos! Me llamó la atención lo que dijo: si su novio estaba con
cinco mujeres pero a ella la tenia contenta se lo perdonaba todo. Ahí queda
eso.
La dominicana, la pobre,
era la única con la neurona más …. ¿lúcida? Si, dejemoslo ahí.
Las otras dos eran de
Alzira y no abrieron la boca solo a una de ellas la oi decir que su novio
estaba “to loco” no escuché mas … para qué.
Eso si todas con sombrero
Panamá de todos los colores y taconazo al canto. Muy choni.
¡Uy! ya lo he dicho, no
era mi intención usar esa palabra.
El chico estaba encantado
nunca habrá tenido tanta tía riéndole las gracias. ¡Pobret! sin físico,
chistoso … malasombra, muy preparado (idiomas, master, postgrado) pero si no
llega a estar esa fauna no hubiera abierto la boca. Un desperdicio.
En fin querida A nos reímos
un rato y ya sabemos que hay gente para todo. Ah y gracias al anfitrión por
sacarnos a pasear y a B por tu complicidad.
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