Buenos días! Hoy es uno de esos domingos que tras dos días lluviosos amanece con un sol esplendido e incita a salir a la calle a disfrutar del buen tiempo y de las cosas bonitas que hay en la calle.
Me he dado cuenta que las panaderías están proliferando en las ciudades a una velocidad de vértigo, la pena es que la mayoría son franquiciadas y con el tiempo pierden el sabor, la estética y el buen despachar. Ultimamente voy en busca de la panadería perdida, es decir ese despacho de pan antiguo que entras y hueles a masa recién cocida horneándose en el fondo del local. Cada vez son menos y las que quedan da pena ver el mostrador tres barras de cuarto, un par de hogazas y algún pan de leche, unas madalenas y bolsas de rollitos desmenuzados.
Hecho de menos las pastelerías de antes con esos escaparates que podías estar mirando durante minutos y tras haberte decidido por el merengue de café, entrabas y encontrabas un mostrador lleno de pasteles, tartas, bollería, ... tan bien presentadas que estas otros 10 minutos decidiéndote.
En fin eso es lo que me pasó en esta pastelería llamada La Duquesita de Madrid. Iré investigando más y os las iré mostrando.
Siento estar siendo tan informal subiendo los post, intentaré ¡formalizarme!
